parada en la escalera con el telefono en la oreja, sintió el frio que paso por su lado, pero no le importaba aquello, ya nada era relevante para ella de aquel ser que simplemente no sabe que es el tener un acompañante. Aprovecho que se perdió entre la niebla y tomo sus llaves, bajo las escaleras y entro al bosque como si nunca hubiera estado ahí antes, como si su casa no se encontrara en medio de los gigantes arboles. Caminó asustada, sin poder decir nada, pues no era el momento indicado. Su frialdad invadió una parte de su corazón que ya se sentía un tanto apretado por todo lo sucedido los últimos días. Conversó un rato consigo misma pero la incomodidad era mayor a medida que se iba adentrando en el bosque.
No caminó más de 10 minutos cuando al alzar la vista una rama le dió en la cara destruyendole los lentes y destrosando sus ojos, no podía ver, ni llorar, cayó al suelo e intentó gatear siguiendo su instinto, no le dolian los ojos. Todo era muy extraño, sentia algo corriendo por su cara que venia de sus ojos, pero no eran lagrimas, ni tampoco sangre.
Con sus manos toco algo que no estaba al nivel del suelo, parecían unos zapatos, pero no estaba segura, intento abrir los ojos y aunque le costó pudo hacerlo, sus lentes estaban frente a ella intactos los tomó y los puso sobre sus ojos, había llegado a su hogar, ese en el que ya no era bien recibida, se levantó y subió la escalera, abrió la puerta, entro y se sentó en su mecedora dejando caer su larga trenza blanca sobre su hombro.
Escucho la risa de un niño y se sintió feliz. Feliz de no estar sola.
Un ardor invadió aquella felicidad, no sabía de donde provenia, pero lo sentía ahí. Por inercia miró sus manos y estaban llenas de heridas, en las palmas y en los dedos. Se preguntó donde podía haberse hecho tales heridas, un flash back le recordó el episodio de la rama.
Quizas tenia sus manos cortadas y se había visto estupida frente a quienes la vieron gatear sin razón aparente, pero no le importo, pues al final se había dado cuenta de que estaba en un error y se levantó.
La cicatrices quedaran ahí, pero cada vez que las mire, sabra que no fue facil que perdió mucho, pero que logro llegar a su hogar.
Yo tengo las manitas cortadas, al parecer porque no utilizo crema y estan mas propensas a sufrir un desgaste, pero no me importa pues tengo muchos parches de backyardigans.
Hoy quizas me senti estupida cuando fui a verte, pero no me arrepiento de haberlo hecho, me di cuenta que tú ...nada!