miércoles, 28 de julio de 2010

Por fin.

Después del ataque de pánico y llanto, me sentí un tanto aliviada. Todo continua siendo lo mismo, pero es un alivio que casi no se percibe.
Ahora una vez más se ponen a prueba mis dotes decisivos, y una vez más demuestro ser inútil con ellos.
Con esa sensación que me da en la panzita cuando estoy avergonzada, me encontré cantando el otro día en mi habitación, extraña situación que solo deja al descubierto el cariño naciente.Me encuentro casi desesperada, CASI, por ver el día en que tu veas mi día. Le contaba que no era por el factor "amor" sino por el factor de "organización" que suelo llevar en mi vida, es indispensable que en mi agenda se encuentre anotado absolutamente todo lo que debo hacer, especificando horas y lugares, pues mi mente se escapa de vez en cuando hacia las nubes y una vez que vuelve al cráneo necesita ver en que situación se encontraba antes de aquel relajo.
Continuare pensando en que haré con esta nueva situación, no es tan complicada, o por lo menos así lo siento, solo necesito una pequeña orientación como siempre.
Hasta ahora ninguna decisión a resultado ser del todo perjudicial. Esperemos siga exactamente igual por lo menos hasta el 25 de septiembre...

jueves, 1 de julio de 2010

Citas.

Asistí a otra de las tantas horas agendadas en el libro rosa. Camino hacía el lugar pensaba en que utilidad tendría ir en estos momentos si el gran suceso aún no ocurría, en que seria lo que podría conversarle, contarle, comunicarle, expresarle... y que podría decirme ella si al parecer había dicho todo en la primera cita.
tarde para variar, me senté a esperar el llamado y realicé otro pero fue un tanto disgustador y poco agradable. Siento como me observa la señora que vive cerca de mi casa y me invade la vergüenza, por fin me llaman y entro casi desesperada por escapar de aquellas miradas.
Me siento y ella se encuentra un tanto agitada, aún siento que no hay nada que decir de mi parte, pues nada a cambiado desde la última vez que nos vimos.
Comienza la conversación y en conjunto con ella ese nudo en la garganta y esa presión que trato de compactar durante mi diario vivir. No salían las lagrimas aún hasta que tocó un punto del que yo quizás estaba consciente pero no quería estarlo dentro de todo este bloqueo de emociones continuo.
"No tienes miedo de defraudarla, no la defraudaste a ella... TE DEFRAUDASTE A TI MISMA!"
Al terminar de decir la última A ya no podía aguantar el llanto, y solo quería salir corriendo como usualmente lo hago.
"Eres demasiado AUTO EXIGENTE"
En este punto ya movía los pies, me rasgaba las manos, me pasaba las manos por las piernas como descontrolada.
Termino la sesión y salí con el nudo aún en la garganta, con la cabeza mas baja de como la traía. No quería llorar, solo quería tirarme al anden que estaba bastante cerca del camino a casa.
Es el único momento en el que enfrento la realidad y reacciono frente a la gran situación que tengo entre mis manos.
Converso con el, pues creo que es de gran ayuda sentir que me escucha y que reconoce mi voz, en realidad no converso, solo tengo una comunicación que podríamos llamar intrapersonal monologa, dado el hecho de que solo obtengo respuestas indescifrables.
No tengo ninguna gana de salir, solo quiero hablarte y sentir que dentro de esa fría maldita habitación TU valoras y disfrutas de tan solo saber o sentir que estoy haciendo lo posible por tratar de SENTIRTE.
Se me acabó el tiempo y debo compactar una vez más, debo salir y volver a esa maldita venta.
No sin antes decir que estas citas me dejan un sabor agridulce al caminar.




Volví!