Asistí a otra de las tantas horas agendadas en el libro rosa. Camino hacía el lugar pensaba en que utilidad tendría ir en estos momentos si el gran suceso aún no ocurría, en que seria lo que podría conversarle, contarle, comunicarle, expresarle... y que podría decirme ella si al parecer había dicho todo en la primera cita.
tarde para variar, me senté a esperar el llamado y realicé otro pero fue un tanto disgustador y poco agradable. Siento como me observa la señora que vive cerca de mi casa y me invade la vergüenza, por fin me llaman y entro casi desesperada por escapar de aquellas miradas.
Me siento y ella se encuentra un tanto agitada, aún siento que no hay nada que decir de mi parte, pues nada a cambiado desde la última vez que nos vimos.
Comienza la conversación y en conjunto con ella ese nudo en la garganta y esa presión que trato de compactar durante mi diario vivir. No salían las lagrimas aún hasta que tocó un punto del que yo quizás estaba consciente pero no quería estarlo dentro de todo este bloqueo de emociones continuo.
"No tienes miedo de defraudarla, no la defraudaste a ella... TE DEFRAUDASTE A TI MISMA!"
Al terminar de decir la última A ya no podía aguantar el llanto, y solo quería salir corriendo como usualmente lo hago.
"Eres demasiado AUTO EXIGENTE"
En este punto ya movía los pies, me rasgaba las manos, me pasaba las manos por las piernas como descontrolada.
Termino la sesión y salí con el nudo aún en la garganta, con la cabeza mas baja de como la traía. No quería llorar, solo quería tirarme al anden que estaba bastante cerca del camino a casa.
Es el único momento en el que enfrento la realidad y reacciono frente a la gran situación que tengo entre mis manos.
Converso con el, pues creo que es de gran ayuda sentir que me escucha y que reconoce mi voz, en realidad no converso, solo tengo una comunicación que podríamos llamar intrapersonal monologa, dado el hecho de que solo obtengo respuestas indescifrables.
No tengo ninguna gana de salir, solo quiero hablarte y sentir que dentro de esa fría maldita habitación TU valoras y disfrutas de tan solo saber o sentir que estoy haciendo lo posible por tratar de SENTIRTE.
Se me acabó el tiempo y debo compactar una vez más, debo salir y volver a esa maldita venta.
No sin antes decir que estas citas me dejan un sabor agridulce al caminar.
Volví!